Es un cocktail que enlaza la construcción narrativa de la escena de la ducha de "Psicosis", lo surreal de "El perro andaluz", una transición entre planos cercana a "Réquiem por un sueño" y una pizca de la picardía de Gaspar Noe, agitado sin descanso hasta el final. Un retorno a un cine cargado de tópicos como el enfrentarse a la morbosa oscuridad interior, el mito de una "Lolita" fugaz con la madre controladora incluida o traumas de la infancia que se depositan en la mente para siempre. Es una película para verla con calma y sin buscar resoluciones elementales ni moralejas. Su ritmo lento me ha recordado a "la mujer sin piano" (peli en la que Carmen Machi cambia radicalmente de registro) que también recomiendo.

…bon appétit!!
0 comentarios:
Publicar un comentario