Supongo que no era consciente de los infinitos patrones que están reforzados bajo el poder de los números y como hacen posible medir nuestra realidad. Teniendo en cuenta que mi principal forma de comunicacion siempre ha sido el lenguaje gráfico, como no iba ha terminar entendiendo su importancia. Finalmente empezó todo que en orden cuando me acerque al dibujo vectorial.
Con esto como base resulto inevitable el acercamiento a los objetos en tercera dimesion y con ello una noción elemental del vacío, aunque todo cambio cuando descubrí los mundos imposibles de M.C. Escher y su compleja relación entre algoritmos, efectos ópticos fractales.
Lo cierto es que la percepción del espacio se rompió tras ver el planteamiento que se hacia en “Master del universo” como una forma de descubrir nuevos lugares culturas a través de un mapa de coordenadas y espectro sonoro. Utilizando el sonido de la música microtonal y su lógica como coordenadas, maximizando la relación entre la imagen y la música a través de la policromía del mundo acustico a través de retícula hexagonal como plano de juego
Claro esta que el sonido armónico estimula nuestro cuerpo de infinitas maneras dejando claro que finalmente las matemáticas son el lenguaje vivo de la naturaleza, bucle interminable de poesía rítmica.
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