Hoy, a poco mas de 24 horas tras su fallecimiento descubrimos que este comprometido actor supo mantener separada su realidad de la farándula que envuelve a los personajes de Hollywood. Entendió la importancia de darse a conocer en su justa medida hasta el punto que su partida nos ha cogido a todos por sorpresa dado que mantuvo su estado de salud dentro del entorno cercano, manteniéndose activo en la esfera profesional.
Siempre mostró agradecimiento hacia las personas que le ayudaron a forjar su carrera, dejando una imagen de generosidad y sensibilidad en la memoria de amigos y compañeros del medio.
A pesar de no haber entrado por la puerta grande en la industria del cine tuvo la oportunidad de interpretar algunos grandes papeles en los últimos años, hasta el punto de llevar a la gran pantalla al rey T’Challa, el primer superhéroe de raza negra en protagonizar su propio cómic.
Es inevitable recordar lo que representa este personaje para la cultura, ya que muy posiblemente inspiró a uno de los mas importantes y revolucionarios movimientos de la sociedad afroamericana.
Me resulta inevitable no sentirme identificado con muchos de los roles llevados a cabo por el actor, tal vez es por nacer en el mismo año o por representar a una franja de la sociedad a la que también pertenezco. Puede que por este, entre muchos otros motivos, este repentino adiós me hace pensar en lo fácil que es desaparecer con un simple chasquido. Por fortuna nos ha dejado un legado real que muchos podemos percibir, así como algunas grandes frases extraídas de las narraciones de sus personajes...
"En mi cultura la muerte no es el final. Es más un punto de partida. Alcanzas con ambas manos a Bast y Sekhmey, y ellos te llevan la llano verde donde podrás correr por siempre”
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